La reciente reforma previsional en Chile, aprobada por el Congreso en enero de 2025, introduce cambios significativos al sistema de pensiones vigente desde 1981. Esta reforma, impulsada por el gobierno del presidente Gabriel Boric, busca mejorar las jubilaciones y abordar desigualdades existentes.
Principales aspectos de la reforma:
• Aporte del empleador: Se establece una cotización adicional del 8,5% a cargo de los empleadores, implementada gradualmente en un periodo de nueve años. Este aporte se dividirá entre cuentas de capitalización individual y un Seguro Social, destinado a mejorar las pensiones y corregir desigualdades, incluidas las de género.
• Mantenimiento y reforma de las AFP: Las Administradoras de Fondos de Pensiones (AFP) continuarán operando, pero con modificaciones en su funcionamiento. Se implementará un sistema de carteras de referencia y licitaciones cada dos años, con incentivos basados en la rentabilidad. Además, los actuales multifondos serán reemplazados por Fondos Generacionales.
• Incremento de la Pensión Garantizada Universal (PGU): La PGU aumentará a $250.000, con una implementación gradual que priorizará a los beneficiarios de mayor edad, extendiéndose progresivamente a todos los mayores de 65 años en un plazo de 30 meses.
• Compensación a mujeres: Se introducirá una compensación para mujeres, reconociendo su mayor esperanza de vida y buscando equiparar las pensiones entre géneros.
• Beneficio por año cotizado: Se otorgará un aporte de 0,1 UF por cada año de cotización, con un tope de 25 años, beneficiando especialmente a quienes han tenido trayectorias laborales más largas.
Esta reforma representa un hito histórico para Chile, ya que, después de 43 años, se reintroducen aportes de los empleadores al sistema de pensiones, buscando mejorar la calidad de vida de los jubilados y reducir las brechas de desigualdad.